domingo, 1 de junio de 2008

Cuarentonas

A veces pienso que no es justo el paso del tiempo. Más cuando una no lo percibe, porque al vivirlo, no se da cuenta de la rapidez con la que pasa. Al leer hoy la prensa he dado con un artículo en el que me he visto reflejada. Me ha sorprendido verme ahí, en el texto, como si fuera yo, o al menos en varios aspectos.

“Una mujer de más de cuarenta, por ejemplo, nunca te despertará en mitad de la noche para preguntarte en qué piensas o por qué llevas tres horas sin dormir. Sencillamente no le interesa lo que piensas y no le perturba lo más mínimo tu insomnio.Una mujer de más de cuarenta años no pajareará a tu alrededor cuando estés viendo la final de la Champions Leage; ni se recostará a tu lado reclamando mimitos ni carantoñas. Se pondrá a hacer cabalmente lo que le venga en gana, es decir, algo que con toda seguridad será mucho más interesante que un partido de fútbol. La prueba de ello es que una mujer de más de cuarenta se conoce lo suficiente como para estar segura de sí misma, de lo que quiere y de con quién lo quiere. Es más, son muy pocas las mujeres de más de cuarenta a las que les importe lo que tú y yo pensemos de lo que ella hace o deshace”.

Aquí sólo podría discutir lo del fútbol. El siguiente párrafo también es tremendamente acertado. Ya sé que otras muchas mujeres rebatirán muchas de las cosas que aquí se dicen, pero en un porcentaje alto son más las cosas que vemos en este gran espejo.

“Las mujeres de más de cuarenta no escatiman elogios y alabanzas cuando lo creen justo. Ellas saben lo que es no ser apreciadas, lo que duele la indiferencia y lo que supone vivir en un estado de permanente infravaloración”.

Otro gran párrafo dice así:

“Las mujeres de más de cuarenta se vuelven adivinas a medida que pasa el tiempo… No será necesario que les confieses tus pecados en un arrebato de sinceridad. Te ahorrarán un trance tan difícil porque ellas lo saben todo de antemano. También son honestas y directas, tan directas que no dudarán lo más mínimo a la hora de decirte, sin rodeos ni metáforas, que eres directamente un imbécil si es lo que piensan de ti”.

No sé si hay edades buenas o malas, pero lo cierto es que está de moda ser joven. Aún así, me encanta tener cuarenta.

1 comentario:

Ángel Blasco Lozano dijo...

Hola Marisol!! Despues de muxo tiempo me te dejo un comentario. Tu llevas muy bien lo de cuarentona!! y no es un cumplido.

Animo con examenes que tenemos que arrasaaar!
Besotes Ángel