lunes, 20 de julio de 2009

Algo diferente



Esperaba hace unas semanas que llegara el día de partir hacia las merecidas vacaciones. Una semana pedida en el trabajo para pasarla exclusivamente fuera de casa. Los compañeros (y amigos) de viaje me animaban diciendo que subir montañas y estar con la naturaleza me vendría bien tras el curso encerrada en Atzavares. Soy más de asfalto (qué le vamos a hacer), pero ir al norte de Andorra y alternarlo con las rutas de los castillos del sur de Francia era algo demasiado atractivo como para decir que no. Así que con ellos me fui. Casi dos mil quinientos quilómetros después, aquí estoy.
El primer día subida a los lagos Pessons y Montmalús, para quien no está acostumbrado cuesta un poco, pero la temperatura acompañaba, así que allí trepé y crucé ríos (ja ja ja)


Al día siguiente, el viaje fue hasta Foix, Ax les Thermes y pueblos de alrededor a ver los últimos castillos que ocuparon los Cátaros. La visita al de Montségur fue con niebla espantosa y gélida temperatura. El miércoles fue para las compras en Andorra la Vella, maravillosa como siempre. Y el jueves se dedicó íntegramente a Carcassone. La visita a La Cité de la que había oído mucho hablar, fue la sorpresa del viaje, la visitan muchos turistas, pero no por ello deja de ser como una ciudad encantada.

La Cité de Carcassone y el Castillo de Foix

Y el viernes nuevamente tocó subir montaña, hasta el pico más alto de PAL...Sólo digo que mis piernas llevan tres niveles de rojo o moreno según el largo de pantalón, que tenía que adaptar dadas las temperaturas de los Pirineos. La subida fue en telesférico, y la bajada, claro, también. Pánico fue lo que pasamos como bien podréis comprobar.







La última noche con tres grados de temperatura en el exterior no invitaba a pasear, así que decidimos quedarnos en el hotel tomando una copa y viendo y escuchando esto:






El sábado nuevamente compras en Andorra la Vella con la consiguiente parada en la frontera...abrir el maletero nos daba miedo, pero no por los artículos de contrabando (que no llevábamos) si no por lo que había costado organizarlo...afortunadamente pasamos sin problemas. La siguiente salida toca Madrid. Creo que me lo he "ganao". Ja ja ja.

viernes, 3 de julio de 2009

Las rebajas


Uno de julio. La fecha señalada para muchos y muchas. Las rebajas llegan por fin, y con ellas la triste realidad. De unos años a esta parte, el que quiera darse una vuelta dos días antes del comienzo de los chollos, para tener visto lo que quiere comprarse al día siguiente verá que la ropa ‘bonita’ está en carros distintos de los que, sin duda, ocupará la que se rebaja. Esto se debe a la maravillosa idea de hacer coincidir la ropa de ¿temporada? con el inicio de las rebajas.

Así, las prendas de mejor calidad no salen a subasta, y para acallar a los inspectores de consumo, que se dan una vuelta para ver que realmente los artículos están rebajados, sacan la porquería acumulada de años y años anteriores, la revuelven en la misma tienda y dar la impresión de que ahí en los montones están las auténticas gangas.

Si lo que se quiere comprar es un producto de mejor calidad hay que tragar con la ‘New colecction’ y pagar más dinero. Es incomprensible que el 1 de julio, ropa de verano o zapatos, complementos, pasen a ser objetos de nueva temporada cuando estamos en la temporada de llevar esas prendas. Vamos, que me parece una vergüenza esperar a las rebajas para no encontrar nada o pagarlo más caro que en abril o mayo. Así que para entretenerse es ir, mirar y largarse.