Hay ocasiones en que todos esperamos que la Justicia sea Justa. Si su misión es buscar el bien común, espero que así se lleve a cabo.
Esta vez hablo del caso MARTA. Ojalá sus asesinos se pudran en la cárcel. No me valen las excusas de que en el Estado de Derecho la cadena perpetua no ha de existir, etc, etc. Llegan, cumplen unos añitos entre rejas, y ale, a la calle, a vivir. Para los muertos no hay segundas oportunidades.
Estos sinvergüenzas llevan riéndose de unos padres destrozados dos meses. Las autoridades se han gastado un dineral en buscar un cadáver que jamás estuvo en el Guadalquivir...y ellos callando y partiéndose de la risa. ¿Se tendrán en cuenta estos hechos a la hora de aplicar la Justicia?
Escribo desde la indignación, que se muera un hijo es lo peor que puede pasar a una persona en la vida, pero si además la muerte es por asesinato...ni hablo. Estoy al lado de la madre de Sandra Palo, a la espera, como los buitres, de que los asesinos de su hija salgan de la cárcel.
Qué fácil es matar, qué fácil.