lunes, 31 de diciembre de 2007

Leer en la pantalla


El kindle llega. Muchos se preguntarán qué es este aparato. Yo al menos sí, hasta que he leído lo que era. Un iPod para leer libros. Hasta 90000 títulos se anuncia que puede tener con el consiguiente miedo de los editores.

Por mucho que se avance en la ciencia, en las investigaciones, en acomodarnos más si cabe, en que el espacio para los hogares sea ocupado por otros enseres, nunca nada llenará el espacio que ocupan los libros. Para mí es el rincón favorito de mi hogar. Los libros son un tesoro.

Se anuncia el kindle como un aparato que también dispondrá de mapas, rutas, planos y diccionarios. Los propios editores como los de Tusquets o Planeta dicen que ven oscuro el panorama para el pergamino. Los avances siempre están bien. Pero nunca el kindle podrá ser sustituido por el placer de irte por la noche a la cama con un buen libro en las manos. El olor de las hojas, el tacto de éstas al pasar las páginas…yo me sigo quedando con los de la Edad de Piedra.

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