jueves, 6 de diciembre de 2007


Natasha Kampusch empezará pronto su periplo como, digamos, periodista. Es conocida porque estuvo secuestrada ocho años en un zulo en Viena.


El 23 de agosto de 2006 conseguía huir de Wolfgang Priklopil cuando ya contaba con 19 años. La prensa austriaca lo describió como uno de los secuestros más dramáticos de la historia criminal del país. Una niña con tan sólo 10 años, encerrada en un cuarto de poco más de 5 metros cuadrados . Ahí es nada. Resistir a este hecho y tan pequeña.


La joven desde su escapada sólo condeció entrevistas pactadas y muy meditadas. Más tarde creó su propia página web http://www.natascha-kampusch.at/. De esta forma Natascha se ha convertido en un personaje mediático. En febrero de 2008 empezará su propio programa de entrevistas. Esto es hacer una profesión de un secuestro. ¿Es legal, moral, lícito?


Se va a dedicar a los medios quizá porque es un modo fácil de conseguir dinero. Podría haber optado por incorporarse poco a poco a la vida, a la normalidad, a estudiar que está en edad de hacerlo y crearse así un porvenir.


La usurpación de los puestos de trabajo a los periodistas está en cualquier parte del mundo. Que formas parte de un reality, pues nada, si tienes labia y buen aspecto, para la tele, los programas esperan con los brazos abiertos. Da igual el vocabulario que vayas a emplear. Y claro, aún da más igual que tengas o no cierta cultura.


Los que estudiamos Periodismo vemos estas incursiones con estupor. Pero es que a nosotros no nos conocen, no formamos parte de ese espectáculo que es la tele. Bien por voluntad propia, bien porque hayamos sufrido un secuestro. Sé que me tiraréis al cuello diciendo que vaya comparaciones que hago, que no es lo mismo un caso que el otro, pero el resultado final sí es el mismo. Que nosotros seguiremos en el paro.

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