Esta semana la prensa trae dos noticias similares con pocos días de diferencia. El pasado día 2, en un contenedor de Almería se encontró a un bebé recién nacido abandonado. Por los datos de éste, 3’5 kilos y con 50 centímetros, el bebé llegó a término en la gestación. Ayer día 4, otra mujer, esta vez en Guadalajara, hacía lo propio dando a luz una niña a la que abandonó en el patio de una vivienda oculta en un montón de chatarra.
Esto me plantea varias cuestiones. ¿Si estos dos niños hubieran aparecido muertos, qué diríamos? ¿Por qué una mujer carga nueve meses con un embarazo si luego no quiere a su bebé? ¿No sería mejor en estos casos que se plantearan abortar? ¿Qué es más delito, abortar o dejar que muera un hijo una vez que ha nacido?
Muchas personas opinan que lo correcto es tener al niño y darlo en adopción, pero es que estas madres no han contemplado esa opción, dan a luz y tiran a sus hijos a la basura. ¿Mejor que muera una vez que ha nacido a que esté con otra familia? Sí, son muchas preguntas, pero las dejo en el aire.
Esto me plantea varias cuestiones. ¿Si estos dos niños hubieran aparecido muertos, qué diríamos? ¿Por qué una mujer carga nueve meses con un embarazo si luego no quiere a su bebé? ¿No sería mejor en estos casos que se plantearan abortar? ¿Qué es más delito, abortar o dejar que muera un hijo una vez que ha nacido?
Muchas personas opinan que lo correcto es tener al niño y darlo en adopción, pero es que estas madres no han contemplado esa opción, dan a luz y tiran a sus hijos a la basura. ¿Mejor que muera una vez que ha nacido a que esté con otra familia? Sí, son muchas preguntas, pero las dejo en el aire.
Y eso que es la noche de los Reyes Magos, la noche de los peques.
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