Hace unos tres meses que supe que el musical Jesucristo Superstar venía a Elche, y me decidí a comprar una entrada. No sabía si me gustaría o no, como ocurre con cualquier cosa desconocida. Pero ayer el Gran Teatro estaba lleno, y allí me encontraba dispuesta para ver qué deparaba. Viernes, sesión 18.30 horas.
Jesucristo, en su primera parte, es flojo. Intentábamos no aburrirnos -fui con mi madre, dos tías y Carol- entrar en la historia, pero salvo algún hecho puntual, muy sosa. Aun así, el descanso nos sorprendió pronto, no llevaba ni una hora. Los comentarios entre nosotras giraban en torno a que le faltaba algo más, una chispa que hiciera que nos implicáramos en el musical. Y esto llegó en la segunda parte en la que se arrancaron las ovaciones por parte del público.
Un Judas apoteósico, sin duda, el mejor del elenco, interpretado por Luis Amando. Caifás, Herodes, Pilatos, todos con grandes actuaciones. Una coreografía que nos ha dejado atónitos en algunos de sus sorprendentes números musicales. Todo ello siguiendo la Historia de Jesucristo, sin salirse del guión conocido. Que la última cena se represente aquí como que es un grupete haciendo botellón no es más que una anécdota. Grandes voces en los chicos que actúan. Y una muerte representada con mucha dignidad y corrección.
Jesucristo, en su primera parte, es flojo. Intentábamos no aburrirnos -fui con mi madre, dos tías y Carol- entrar en la historia, pero salvo algún hecho puntual, muy sosa. Aun así, el descanso nos sorprendió pronto, no llevaba ni una hora. Los comentarios entre nosotras giraban en torno a que le faltaba algo más, una chispa que hiciera que nos implicáramos en el musical. Y esto llegó en la segunda parte en la que se arrancaron las ovaciones por parte del público.
Un Judas apoteósico, sin duda, el mejor del elenco, interpretado por Luis Amando. Caifás, Herodes, Pilatos, todos con grandes actuaciones. Una coreografía que nos ha dejado atónitos en algunos de sus sorprendentes números musicales. Todo ello siguiendo la Historia de Jesucristo, sin salirse del guión conocido. Que la última cena se represente aquí como que es un grupete haciendo botellón no es más que una anécdota. Grandes voces en los chicos que actúan. Y una muerte representada con mucha dignidad y corrección.
No es el musical que muchos pueden esperar, ya que está llevado a la actualidad, periodistas que acosan a Jesucristo preguntando por sus milagros, militares que disparan sus metralletas y matan a gente que resucitan por la obra y milagro de Jesús…son algunas de las novedades que incluye el musical. Pero, a pesar de esta puesta en escena, responde con exactitud a los últimos días de la vida de Jesús.