Hace ya un mes que espero que se subsane la avería de mi PC. Mientras, me arreglo como mejor puedo, que por cierto, es bastante mal.
Las clases comenzaron y aunque cuarto será laborioso y trabajador, no tiene mucho que ver con la otra batalla que estoy luchando. La de las oposiciones de promoción interna en el ayuntamiento. Estoy obligada a asistir al curso para presentarme a los exámenes y, desde luego, se escuchan comentarios por parte de algunos compañeros que producen verdadero sonrojo.
Somos sesenta y ocho personas para veinte plazas, se rumorea que alrededor de otros veinte, se nombrarán interinos. La promoción es de auxiliares a administrativos, lo que supone un galón más. Y en este ayuntamiento, la gente ‘mata’ por subir ese peldaño.
Desde Recursos Humanos prometieron que todas las preguntas para los exámenes saldrían del temario que nos han proporcionado. Dos profesores de Derecho de la UNED nos imparten las clases para explicarnos estos temas.
Como anécdota os diré que la semana pasada el día que tocaba dar ‘La Unión Europea’, la clase estaba siendo amena. El profesor trataba de explicar de forma que no nos durmiéramos (salimos a las 3 del trabajo y a las 5 estamos en el curso) cuando una compañera ante la perplejidad del docente dijo: perdone, acaba de decir dos frases que no las encuentro por ningún sitio en el tema…creo que todos sentimos un poco de vergüenza, pero ahí estaba el profe para responderle: señora, es que vengo a explicar una clase, no a leer un tema, en ese caso nos quedaríamos todos en casa. Y la otra: entonces eso que ha dicho ¿lo dicta por si lo pregunta en el examen o no entrará?
Preguntas como ésta se suceden a diario, es una merienda de negros y perdonad la expresión. No se perdona una. La gente ha comenzado la guerra para ser administrativo. Y yo me pregunto que qué hago ahí. Ni me gusta ni me interesa, sí, es mi trabajo, pero no mi aspiración. Así que ahora comienzo mi propia guerra…el lunes, por ejemplo, lo he pedido de asuntos propios, iré a clase, a las 2 un bocata, a las 3 prácticas obligatorias hasta las 5 y entonces saldré escopetada para la UNED para ir al curso hasta las 7. No sé si es querer abarcar ya demasiado, pero mientras el cuerpo y la mente resistan, lo intentaré.
Ah! En ocasiones me fugo de las clases, pasan la firma pronto y me voy. Por ello estoy mal vista por los compañeros…qué tontos, no entienden que soy competencia.
La diferencia entre este curso y la carrera es que ésta última me gusta, y en el otro supondría ganar más dinero. Ah! Maldito dinero…